
El Bariloche de 1950 carecía de almacenes con diversidad de productos, por lo que los pobladores de esa época tenían que recurrir a la elaboración de conservas y bebidas artesanales como licores, sidras y cervezas. Así fue como Eduardo elaboró sus primeras cervezas, a prueba y error, con los ingredientes a disposición en la zona.
Sesenta años después, los nietos de Eduardo e hijos de Tom, Martin, Marcos y Santiago, comenzaron a incursionar en el mundo cervecero basándose en ese antiguo manuscrito de recetas de su abuelo, que juntaba polvo en la biblioteca. El proyecto comenzó como un pasatiempo, para compartir sus cervezas entre amigos, evolucionando con rapidez dado que las cervezas caseras tuvieron gran aceptación.
Comenzando con una olla de 80 litros con bombitas de lavarropas para mover el mosto, pronto pasaron a un equipo de cocción de 500 litros de acero inoxidable y 3 tanques de 1000 litros. El garaje del camión en el que Tom transportaba los caballos se convirtió en depósito de insumos y empezó a llenarse de máquinas y equipos nuevos para la elaboración de cervezas. Poco tiempo después, alquilaron en el centro de Bariloche una antigua casa que conserva el espíritu pionero y allí instalaron el «Downtown Pub» de Wesley Brewery, el primer bar de la familia. En 2018, se logró aumentar y perfeccionar la producción con un nuevo equipo de cocción que es el que funciona actualmente y llega a elaborar 3000 litros de cerveza por cocción. Este equipo incluye una embotelladora, una enlatadora y tanques isobáricos.
Luego de varios años de elaborar diferentes estilos de cerveza (algunos de ellos premiados nacional e internacionalmente) abrió sus puertas el «Tap Garden» de Wesley Brewery en la chacra del Km 15.500. Es una cervecería distinta a las tradicionales, en un entorno natural con caballos, ovejas, llamas y pavos reales, que ofrece una gastronomía regional que utiliza verduras cosechadas en el invernadero de la familia.